Aunque una reciente encuesta sobre plásticos determinó que a los chilenos les importa cada vez menos reciclar y se sienten poco motivados con el medio ambiente, como reportamos hace una semana en Cofibreik, resulta que en Chile reciclar ya no es una opción, sino que una obligación, de acuerdo con la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor o Ley REP.
Con esta normativa, el país sudamericano busca asemejarse al resto de países de la OCDE, porque, de hecho, es parte de las exigencias que debe cumplir por pertenecer a ese selecto grupo de naciones. Solo que no es fácil, bonito ni menos gratuito.
La ley, aprobada en 2016 y que tiene vigentes dos de sus seis decretos, finalmente es un pago adicional que hacen las firmas por contaminar con sus envases – ¿recuerda el principio de que ‘el que contamina paga’? – y que crea, o creará algún día, un sistema casi perfecto de economía circular, estableciendo nuevos puestos de trabajo al perseguir que los envases no lleguen a rellenos sanitarios, sino que se recolecten, reciclen y reutilicen.
Esa es la parte idílica, porque, como con toda ley, hay buenas y malas noticias.
Las malas son, por ejemplo, que, si bien las multas de la Ley REP son altas -alcanzando hasta las 10 UTAS (unos US$ 8.430.000)- el rol de los municipios en dicha regulación no está bien claro y podrían perfectamente no cumplir la ley y quedarse sin recibir sanciones.
Otra bomba es que el reciclaje que usted hace cada semana en su punto limpio y que se ha incentivado por la prensa y las ONGs por años es apenas un saludo de bandera que no tiene gran incidencia en el sistema. Y para seguir deprimiéndose, hay que saber que más de la mitad de las empresas que está obligada a pagar por recuperar los envases y embalajes que pone en el mercado está hoy incumpliendo la ley.
Para saber más al respecto, Cofibreik entrevistó al ingeniero industrial de la Católica, Isidro Pereda, quien debe ser uno de los profesionales que más sabe de reciclaje en Chile: primero pasó por Coresa, una firma de reciclaje y recuperación de plásticos. Luego llegó a ser gerente general de la empresa de servicios de reciclaje Recupac y de Tirsa, una recuperadora de biomasa por 10 años.
Todo ese entrenamiento lo preparó para estar a la cabeza del primer sistema de gestión de envases y embalajes del país, el consorcio llamado ReSimple, donde estuvo cinco años, primero en su creación y luego como gerente general. Hoy, Isidro es el gerente general de ReciclaMás, una firma que recepciona, separa y luego valoriza residuos reciclables desde basura domiciliaria de la RM. Acá, el profesional explica – en dos partes- los alcances de la normativa y cómo cambia el panorama nacional del reciclaje.
¿Qué implicó armar ReSimple y cuál es la labor de ese sistema de gestión?
Esto partió en el gremio de alimentos y bebidas, con 10 grandes empresas y, posteriormente, me contrataron a mí y lo que hice fue ir a buscar 15 empresas más de otros rubros, no solo de alimentos y bebidas, sino que también fui a buscar firmas de cosméticos, retailers, aseo, entre otras.
Para montar ReSimple tenía que convencer a las empresas que tenían que poner plata para reciclaje, lo cual es súper complejo. Pero finalmente se consolidaron 25 grandes empresas que tenían el 42% de los envases puestos en el mercado. Estamos hablando de empresas de la talla de Cencosud, Coca-Cola, CSU, Unilever, etc.
Y con esas 25 empresas hicimos varios pilotos de recolección en las casas, hicimos un piloto en Colina, en Providencia, y posteriormente se montó ReSimple. Cuando montamos ReSimple me tocó hacer el ‘puerta a puerta’, e invitar a otras 1.200 empresas más a unirse. Cuando logramos que esas 1.200 empresas estuvieran adentro de ReSimple, se elevó la masa crítica del 42% a un 75% de los envases puestos en el mercado a nivel domiciliario, y en el nivel no domiciliario aproximadamente un 70%.
Entonces, ReSimple llegó a ser, por lejos, el sistema de gestión más grande que existe. Y en este sistema de gestión posteriormente me tocó ir a hacer el ‘puerta a puerta’ con las municipalidades. Me contacté con 92 municipalidades para el comienzo de la ley REP Y así fue como en octubre del año 2023 comenzó a realizarse un sistema de recolección en las comunas de Renca, Providencia, y posteriormente Colina, Lo Barnechea.
Suena a mucho trabajo…
Sí, porque ReSimple comenzó como una especie de startup, porque le tocó mucho trabajo.
A ReSimple le tocó articularse con mucha gente, municipios, ministerio medioambiente, la seremi de salud, los gestores, y las empresas. Entonces era un trabajo muy 360. Y para echarlo a andar, tuve que de verdad ponerle mucho corazón, tripa y cabeza. Me tocaba explicarle en sencillo lo que significaba la ley REP a los distintos actores involucrados, fue mucha pega, hasta de pedagogía. Fue un trabajo que, de verdad, me tomaba de lunes a lunes.
INSPIRACIÓN EUROPEA
¿Ahora tu empresa es ReciclaMás, que haces ahí?
Salí de ReSimple en diciembre del 2023, y estoy en ReciclaMás desde febrero del 2024. Ahora a mí me toca estar en el lado de los gestores. Somos un gestor que se dedica a la recolección desde las casas, a la operación de puntos limpios, a la operación de una planta de clasificación como esta, y por el lado neumático me hago cargo de la valorización de neumáticos.
Así que conozco todo el proceso del reciclaje, ya que he estado haciendo packaging, recolectando, reciclando, haciendo un sistema de gestión, y ahora de vuelta en el mundo de los gestores. Pero, como ya pasé por la ruta completa y ahora estoy de vuelta en la parte gestora, yo ahora sé lo que necesitan los sistemas de gestión de un gestor REP.
¿Cómo es la Ley REP y cómo cambia el panorama de la recuperación y reciclaje en Chile?
La Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, 20.920, señala que, si tú eres una empresa que vende un producto que genera un residuo, y ese residuo está catalogado dentro de los seis prioritarios, que son neumáticos, envases y embalajes, aparatos electrónicos, batería, pilas y aceite y lubricantes, cuando tú lo vendes por primera vez, te tienes que hacer cargo de recoger y valorizar ese residuo.
De esos seis productos hay dos que ya tienen decretos [y por ende son exigibles y sancionables]: envases y embalaje y neumáticos.
Esta ley se tiene que haber probablemente basado en alguna legislación de otro país, o de bloques, tipo UE. Y quizás fue un poco resistida por los productores o generadores de estos residuos.
La ley REP está de los años noventa en Europa. Partió en 1990 en Alemania, y de ahí se fue extendiendo al resto de Europa occidental. Y la ley REP en particular chilena es una mezcla entre la normativa belga y la normativa española. Por lo tanto, somos una copia de eso, más algunos tintes franceses por el ecodiseño.
Entonces, podríamos, si quisiéramos, preguntarnos cómo está en Bélgica y en España esta ley, qué cosas ha dejado buenas y cómo no repetir sus errores.
Lo bueno que ha dejado es que cuando uno va a Europa y tiene un servicio de reciclaje operando, tú piensas que el servicio de reciclaje es del Estado o del municipio. Y no es del Estado ni del municipio, es de los productores. Pero está tan bien hecho que, finalmente, se interrelaciona con los servicios estatales y municipales, que es lo que va a empezar a pasar en Chile.
Lo esperable es que por un lado esté el camión de la basura pagado por el municipio y por otro lado el camión del reciclaje, pero este será pagado por las empresas afectadas por la ley REP.
Esta Ley viene atada entonces al ingreso de Chile a la OCDE, no es ‘buena onda’ del Estado chileno.
Cuando se entra a la OCDE, tienes que incorporar la reglamentación de responsabilidad que te envía el producto. Y por eso es por lo que aparece la necesidad de poner la Ley REP. Era eso o un impuesto verde, que es un impuesto que tú le cobras a un productor por poner un producto en el mercado, pero [los fondos recaudados por] ese impuesto va al Estado. Entonces, en su momento dijeron, oye, entre impuesto verde y la ley REP, mejor propiciemos la ley REP. Por lo tanto, los productores siempre fueron muy proclives a la ley REP.
Una, porque muchos multinacionales ya lo vivieron en otras partes, 20 años atrás. Y, por otro lado, porque la otra cara de la moneda eran los impuestos verdes. Ellos prefirieron poner plata en un ente privado, que en este caso son los sistemas de gestión, para que el sistema de gestión administre y pague a los gestores.
Una de las primeras cosas que me comentaste es que el reciclaje hoy con la Ley REP es distinto al del reciclaje ‘a la antigua’. ¿Cuál es la diferencia?
Tú compras material, lo enfardas y lo revendes. Y entremedio tienes un margen. Esa es, en simple, la pega del antiguo reciclado.
Yo creo que eso sigue siendo el concepto que todos tenemos del reciclaje…
Ahora ya no es así. Hoy es el productor el que le paga a alguien por clasificar mediante el sistema de gestión, que es quien aglutina esas platas. Platas que vienen del sector privado o los productores de envases, según la ley REP. Dicho de otro modo, para montar un reciclaje a nivel ciudadano, el 90% de esas platas provienen de acá. No provienen del reciclaje.
Por ejemplo, si tú quisieras reciclar Tetra Pak a la antigua, es imposible. Te tienen que subvencionar. Y por eso es por lo que la ley REP ahora lo que dice es ‘perfecto. ¿Cuánta plata el sistema de gestión necesita para operar Maipú? Inventemos una cifra: 2 millones de dólares. Bueno, esos 2 millones de dólares se los tienen que cobrar ahora a las empresas productoras. A la Coca-Cola, a la CCU, a cualquier empresa que venda algo envasado. A Iansa, a Nestlé. Imagina que son 15.000 empresas afectas por la ley REP.
Y esas empresas pagan en proporción de la cantidad de envases que ponen en el mercado. Es decir, entre más kilos, más pagas. Por eso es por lo que las empresas grandes se llevan la mayor cantidad de plata pagada al sistema de gestión. Y con eso les paga a los gestores.
¿Eso significa que ahora es un poco ‘sandía calada’ ponerse con un negocio de reciclaje?
Sí y no, porque para operar con un sistema de gestión, tú tienes que participar en una licitación abierta. Por lo cual tienes competencia. Por ejemplo, si tú quieres meterte en el reciclaje domiciliario de la comuna de Maipú, tienes que participar en la licitación. Y lo bueno de esto es que es competencia… es decir, el que tiene el mejor precio se lleva a la licitación.
Bueno, pero eso también es el principio detrás de la recolección de la basura municipal y han ocurrido ciertos casos de corrupción…
No, porque, en este caso, la forma en que tienen de licitar es súper abierta. ¿En qué sentido? En que hay dos personas externas, participa el directorio, participa el gerente, está sumamente normado. Y, por lo tanto, no hay forma de hacer lobby por detrás. Se abren los sobres y ahí mismo se ve quién ganó. Y las bases de licitación tienen que aprobarse en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.
LAS QUE CUMPLEN… Y LOS FREE RIDERS
Demos una pincelada por los actores que crea o que oficializa esta ley REP. Uno tiene la idea que existen solamente los gestores y los recicladores de base.
Lo primero es que aquí hay un giro copernicano, donde el que se tiene que hacer cargo ahora no es el que recibe el residuo, que en este caso es el municipio, sino el que lo produce. El que contamina paga. Y, por lo tanto, ahora el que envasa algo y lo vende, tiene que hacerse cargo del envase. Y eso es totalmente distinto a lo que había antes.
¿Y ese se llama, dentro de la ley, el productor?
Existen cuatro posibilidades para ser productor. Primero, que tú envases un producto en el país y lo vendas por primera vez. Por ejemplo, una Coca-Cola. Segundo, que tú importes un producto previamente envasado y lo vendas por primera vez. Por ejemplo, un celular o un whisky. Tercero, que tú vendas bajo marca propia, como los supermercados.
Y la cuarta parte es cuando tú traes algo para uso profesional. Porque si tú te das cuenta, hasta el momento las mineras no aparecen. Pero cuando las mineras aparecen es cuando ellos traen, importan un producto de afuera como un artículo para materia prima o bien para repuesto. Y eso viene envasado y ellos tienen que hacer ese cargo de ese envase.
Por eso es por lo que son 15.000 las empresas afectadas. Porque son empresas que, las primeras tres que son hartas, pero cuando todas las de la última, que son en este caso, cualquier empresa que traiga algo para uso profesional, de ahí ya todo lo que te faltaba al principio, lo agregaste.
Son 15.000 empresas afectadas, de las cuales estamos hablando de que hoy día hay 2.000 solamente dentro de la órbita REP. Es decir, dentro de un conjunto de empresas que se llama sistema de gestión cumpliendo la ley REP. Hoy día hay 13.000 empresas afectadas por la ley REP que no están cumpliendo la ley REP. Por lo tanto, se denomina el free rider, a la coche guagua, pero no están cumpliendo la ley REP.
Pero eso es porque falta el reglamento, porque los productos, o porque…
Porque están fuera, no más.
O sea, porque no los han pillado.
Exactamente. Entonces existen aquí como dos tipos de empresas. Una que sabe que tiene que estar dentro y pagar, y que no lo hace. O la otra, que son las pymes, que ni siquiera saben que a ellos les toca.
Porque si tú lo piensas, vámonos a extremar esto a un café, al Starbucks por citar una cadena. El Starbucks está dentro de la ley REP, porque el vaso del Starbucks es un contenedor, es un envase. Y por lo tanto ellos están afectados por cada vaso que venden. Si tú lo piensas así, y ahora vamos a las tortas, las panaderías que venden tortas también están afectadas por la ley REP. Los restaurantes que tienen delivery y que ocupan envases de servicios también están afectados por la ley REP. Pero claramente muchos restaurantes no están en la órbita REP. Porque ni siquiera saben [que los toca].
Ahora, para operar, esta ley REP, ¿cómo funciona? Porque es difícil que si yo te vendo Coca-Cola, vaya a tu casa a decirte ‘devuélveme el envase, por favor’. Entonces, ¿cómo se intermedia eso?
Entre medio hay un actor, y creo que aquí la normativa es el actor más distinto que se crea, que se denomina Sistema de Gestión Colectivo. O Gran SIC. Gran Sistema Colectivo. El Sistema de Gestión Colectivo es un grupo de empresas tipo SOFOFA, una corporación de derecho privado sin fines de lucro, que lo que hacen es constituir un ente distinto a las empresas socias, que cobrara las empresas socias una tarifa para que, con esos dineros, posteriormente, contrate mediante licitaciones abiertas a los distintos gestores.
Estoy hablando de los que recolectan en las casas, las plantas de clasificación, los que valorizan, los que tienen puntos limpios. Finalmente, es un gran intermediario de platas. Es un recolector de platas y es un gran licitador y contratador de gestores. Entonces, finalmente, en vez de que todo esto lo haga un municipio, lo hace ahora un ente que se llama Sistema de Gestión.
Casi como una caja de compensación que se encarga de las licencias médicas.
Un poco así. Entonces, hoy día uno ve a ReSimple. Y, por ejemplo, en España existe el Ecoembes; en Bélgica está Fostplus, y en Francia se llama Citeo. Todos son sistemas de gestión que acumulan grandes empresas y que, finalmente, contratan servicios de reciclaje y hacen educación medioambiental.
Ellos son los que hacen las grandes campañas de educación medioambiental porque tienen que financiarlo. En este caso, para poner educación en los colegios, todo lo que aparece en la radio, en la tele. A medida que va pasando el tiempo, vamos a ver más cantidad de gestores como ReSimple, que es hoy día el gran sistema de gestión que existe de envases y embalajes.
¿Cuánto es lo que una empresa tiene que pagar y depositarle o transferirle a este SIC para cumplir la ley?
Las tarifas unitarias por material son iguales. Por ejemplo, la tarifa del cartón, supongamos que son 30 pesos por kilo. Significa que yo, como empresa, ¿cuánto pago los 30 pesos por kilo por la cantidad de toneladas que yo pongo en el año de cartones? De esa manera, las que ponen más kilos ponen más plata. Pero todos pagan por igual.
¿Y el ente fiscalizador de todo esto es…?
La Superintendencia de Medio Ambiente. Superintendencia de Medio Ambiente. Sí.
Y ahora vamos a una pregunta que es teórica. Es de las 15.000 afectas, las 13.000 que no están. ¿Por qué no están siendo multadas por la autoridad ambiental? ¿Capacidad de fiscalización simplemente?
Totalmente. Primero, hoy tenemos que entender que la Superintendencia de Medio Ambiente está recién incorporando la ley REP a sus áreas. Creó un área REP y, por lo tanto, este es un área que recién se está constituyendo y está diciendo, mira, esta es la normativa, estas son, en este caso, las entidades que yo tengo que ir a fiscalizar. Primero son los sistemas de gestión, que son más fáciles porque son poquitos.
Pero cuando yo digo, ya, perfecto. Ahora, ¿quiénes no están adentro? Estamos hablando de 13.000 empresas que son súper difíciles de fiscalizar. Porque ahí tú debes tener, como el universo de las 15.000 empresas afectas, las 2.000 que están adentro de algún sistema de gestión y dices, ya, perfecto. ¿Qué hago con estas 13.000? ¿Les mando un correo de alerta? Y eso es lo que falta.
Pero para llegar a eso 13 mil, fiscalizarlos, ¿falta ponerse de acuerdo o está en el reglamento?
Falta ejecutarlo, nada más. Ahora, para nuestra tranquilidad, los alemanes, que llevan 40 años en esto, tienen una tasa de free rider de, al menos, un 17%. Lo que pasa es que hoy en día nuestra tasa es muy grande. Ahora, sin embargo, esta cuestión es como la denominada ley o principio de Pareto: hoy en día tenemos el 80% de los kilos en el 20% de las empresas. Entonces, claro, nos falta el 80% de las empresas en número, pero ellas representan el 20% de los kilos, porque son empresas chicas.
Pronto, la parte 2 de esta entrevista.